La entrevistada de este mes es Verónica Maldonado, una gran profesional que ha transitado desde la Educación de Párvulos hacia el área de Recursos Humanos, acumulando más de 15 años de experiencia en Gestión de Personas. Licenciada en Educación por la Pontificia Universidad Católica, ha encontrado su pasión en el desarrollo de talento, la Diversidad, Equidad e Inclusión. Actualmente se desempeña como Jefa de Desarrollo Organizacional en Ideal, donde lidera iniciativas que promueven el liderazgo femenino y la equidad de género. Además, es Speaker en la Fundación Inspiring Girls, buscando impactar positivamente en la vida de niñas y adolescentes para generar cambios duraderos. En esta entrevista, nos comparte su visión sobre el liderazgo femenino, su experiencia en círculos de aprendizaje colaborativo y su compromiso con el desarrollo personal y profesional.
Desde tu experiencia como Jefa de Desarrollo Organizacional, ¿qué impacto tiene el liderazgo femenino en la cultura organizacional de Ideal?
El liderazgo femenino tiene un impacto significativo en la cultura organizacional de Ideal. La diversidad, especialmente de género, fomenta la creatividad y la innovación, y fortalece una cultura de colaboración. Por ello, buscamos que cada vez más mujeres se sumen como colaboradoras en todos los niveles, ofreciendo modelos a seguir y motivándolas a desarrollarse profesionalmente.
En este mismo sentido, como compañía demostramos nuestro compromiso con la equidad de género con variadas iniciativas. A nivel global, hemos firmado los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres en la ONU y estamos comprometidos a que en 2030 el 40% de las posiciones de liderazgo estén a cargo de mujeres.
Los círculos de aprendizaje colaborativo son una herramienta clave para potenciar el liderazgo. ¿Qué has observado en términos de crecimiento personal y profesional de las mujeres que participan en ellos?
Este compromiso que tenemos asumido para 2030 se complementa con nuestra estrategia para incentivar el desarrollo de las mujeres dentro de la compañía, con programas como Círculos de Liderazgo, un programa de mentoría y acompañamiento para el desarrollo de talento femenino en posiciones de liderazgo.
La experiencia de los círculos ha sido increíble porque, en primera instancia, nos ha permitido conectar con otras mujeres con las que compartimos intereses, experiencias, temores y anhelos. En segundo lugar, nos ha permitido crear un espacio laboral con un ambiente de seguridad psicológica potente, lo que da a las mujeres confianza para abrirse en cada sesión. De alguna forma, tenemos que mirarnos e identificar cómo estamos, cómo nos sentimos, y qué áreas debemos potenciar para lograr un mayor empoderamiento.
He podido observar un compromiso y energía para desafiarse, animarse y exponerse, lo que ha incrementado su participación en los distintos foros de la compañía, con mujeres más seguras de expresar sus opiniones, aportar ideas y poner en práctica su liderazgo desde su autenticidad.
Además de las mentorías y seminarios de sensibilización, trabajamos día a día para ofrecer espacios laborales libres de violencia, con desarrollo profesional a futuro, salarios dignos y oportunidades para que nuestras colaboradoras alcancen su máximo potencial.
A lo largo de tu trayectoria en áreas como comunicaciones, bienestar y desarrollo organizacional, ¿qué habilidades crees que son fundamentales para que una mujer pueda liderar con éxito?
En Ideal valoramos a las personas y, por ello, ponemos la seguridad de nuestros colaboradores por delante; seguimos nuestra regla de oro, tratándonos con respeto, justicia, confianza y afecto. Fomentamos el desarrollo integral y creemos que la diversidad nos enriquece y la inclusión nos fortalece. Estos aspectos son fundamentales para un exitoso liderazgo en la compañía.
Para mí, algunas habilidades clave son: la capacidad de escucha para desplegar un estilo de liderazgo cercano, ganando la confianza de los equipos; la adaptación y flexibilidad para responder al entorno actual; la curiosidad por el aprendizaje, manteniéndose actualizada en las tendencias; y, por supuesto, la valentía para arriesgarnos, superando el síndrome de la impostora.
Mencionas que te motiva impactar positivamente en la vida de las personas. ¿Cómo logras integrar ese propósito en tu día a día, y qué ejemplos podrías compartir donde hayas visto un cambio significativo en alguien?
Mi labor actual me permite vivir este propósito cada día, lo cual me hace sentir sumamente afortunada. Me toca gestionar el talento de la organización, lo que me ha permitido impactar en el crecimiento profesional de distintos colaboradores a lo largo de los años. He visto colegas crecer luego de cumplir planes de entrenamiento que hemos elaborado para potenciarlos y apuntar a futuras posiciones. He podido apoyar como mentora en procesos donde buscamos fortalecer distintos estilos de liderazgo, soy facilitadora de cursos institucionales de liderazgo, diversidad y desarrollo personal, lo que además me permite conectar constantemente con las personas. También participo activamente en el diseño de programas a la medida para el desarrollo del talento de la compañía.
Otra área que también me permite vivir mi propósito es la de Diversidad, Equidad e Inclusión. Me toca liderar el comité con un grupo de compañeros que son verdaderos aliados, comprometidos y motivados por construir una cultura donde cada persona sea libre de vivir de manera auténtica. Hemos levantado testimonios de personas que realmente experimentan lo que es desarrollarse en un ambiente seguro.
El yoga y la meditación forman parte de tu rutina personal. ¿Cómo crees que estas prácticas pueden ser útiles para las mujeres que desean fortalecer su liderazgo y equilibrio emocional en un entorno laboral demandante?
En Ideal estamos comprometidos en fomentar iniciativas que impulsen una cultura de salud, autocuidado y equilibrio entre todos nuestros colaboradores. Haber tenido la posibilidad de participar en las actividades que promueve la compañía fue lo que me hizo descubrir el gusto por el yoga y la meditación.
Personalmente, estas prácticas me han ayudado a conocerme más, a transformarme a lo largo de los años y a vivir en congruencia con mis valores. Intento vivir de manera consciente cada interacción con las personas con quienes me toca vincularme, con atención plena, para poder mantenerme enfocada, hacer buen uso del tiempo y no preocuparme en exceso por lo que viene, sino ocuparme de lo que tengo delante. Creo que en la medida en que te conoces mejor y entiendes que solo tú eres responsable de lo que sucede en tu vida, puedes planear lo que quieres que ocurra en el futuro. El empoderamiento viene de ese trabajo personal que debe ser permanente.
¿Cuál es el rol de la adaptabilidad en el liderazgo femenino y cómo crees que las mujeres pueden fortalecer esta habilidad a lo largo de sus carreras?
Es vital, sobre todo porque a las mujeres nos toca compatibilizar distintos roles. Esta misma experiencia considero que nos ayuda a desarrollar flexibilidad y capacidad de movernos en diferentes escenarios, cambiar de una actividad a otra, priorizar y adaptarnos a distintas personas o grupos. En mi caso, para fortalecer esta habilidad a lo largo de mi carrera ha sido fundamental la apertura para arriesgarme y asumir nuevas tareas y responsabilidades, aprender a aceptar el cambio, aprender y desaprender participando en capacitaciones y foros sobre variados temas, equivocarme y asumir los fallos como parte del proceso de adaptación.
Has pasado por varios roles dentro del área de Personas. ¿Cuál de esos roles te permitió adquirir las herramientas más importantes para liderar equipos diversos?
La mayor experiencia se adquiere con la práctica. Así que, cuando empecé a tener roles de supervisión con equipos a cargo, es cuando fui adquiriendo herramientas para fortalecer mi liderazgo. También tuve la oportunidad de formarme hace varios años como Facilitadora de un Seminario de Diversidad, Equidad e Inclusión, que me entregó muchos tips para tener apertura hacia la diversidad y poder generar espacios de inclusión en la compañía, pero también con mis equipos de trabajo. Un factor clave es trabajar primero el autoliderazgo para regular tus propios recursos, emociones y conductas, y a partir de ello ejercer el liderazgo hacia los equipos.
Finalmente, ¿qué consejos le darías a una mujer que está comenzando su carrera profesional en cuanto a cómo encontrar su voz y maximizar su potencial dentro de una organización?
Le aconsejaría que tenga una actitud permanente de aprendiz para tener apertura a todo lo nuevo que le toque enfrentar, que se dé espacios de autoconocimiento y, a partir de ello, identificar qué es necesario ir potenciando. No tener miedo a salir de la zona de confort es clave para poder ampliar sus competencias.